viernes, 21 de septiembre de 2007

Misógino: ¿Ser ó no ser?



Misógino: ¿Ser ó no ser?

Misógino, na. (Del gr. μισόγυνος). 1. adj. Que odia a las mujeres, manifiesta aversión hacia ellas o rehúye su trato. U. m. c. s. m. Real Academia Española © Todos los derechos reservados.

En esta ocasión deseo escribir un poco sobre el mal llamado “sexo débil” (que por cierto nada tiene de débil), cuidando claro está, de hacerlo con el tacto y la sensibilidad suficiente para dejar ver que tras la crítica se esconde un tributo, un verdadero reconocimiento lleno de admiración y respeto. Y es que, nada que te interese poco toma tanto de tu atención y dedicación como ellas lo hacen.

Va pues este espacio por ellas, por esos seres que le dan luz, alegría y sentido a nuestras vidas, pero que por sobre todo, nos vuelven locos: ¡LAS MUJERES!.


“el auto”

[[ le abres la puerta ]]

¿No lo has llevado a lavar? ¡Huele a rayos... seguro subes a tus amigotes! ¡Traes un mugrero aquí!

[[ suspiras, arrancas y comienzas a conducir ]]

¡Cuidado con aquel coche! ¡Ay! ¿No vas muy rápido? ¿Para qué le gritas?... desde aquí dentro ni te oye… ¿a dónde vas? ¡No sabes ni por dónde es! ¿Por qué no preguntas? ¡Aquella era la calle! ¡No me tardo, espérame tantito!

[[ respiras, piensas que trató de decir con “tantito”, cuentas hasta diez, veinte, treinta... ]]

¿Me esperaste mucho?, Ahora llévame a casa de mi mamá…

[[ Y tras todo esto, llegas, te estacionas, bajas lentamente del auto, con la tez pálida, casi temblando, con la mirada perdida como un zombi, hundido en tus misóginos pensamientos: ¿Por qué me casé con ésta cosa? ¿Por qué sigo con esta bruja que no se calla? ¡Si no fuera la madre de mis hijos la mandaba al diablo hoy mismo! ¡Qué me importa que su papá nos mantenga!... pero, en el camino algo te sujeta, toma tu mano y sientes su calor... todo el coraje y mal humor lentamente se ahogan en el delicado brillo de esos ojos que te miran con ternura... la amas demasiado... tu corazón se apacigua y olvidas todo... tan sólo piensas: si me entendiera mejor... si tan sólo entendiera mejor que... ]]

¡Soy un hombre y me trasformo cuando manejo!


“la tele”

[[ te acomodas, tomas el control y te dispones a ver tu fútbol, ella te sigue y se sienta junto a ti... te resignas... sabes lo que viene ]]

¿Qué hay en la tele? ¡Ésa está fea! ¡Ésa me gusta, es con ese que no me acuerdo como se llama pero que al final le pide que se case con ella!

[[ suspiras... te resignas aún más ]]

¿Por qué no le dejas en un solo canal? ¡Qué manía la tuya de estarle cambiando!

[[ te animas, encuentras tu partido ]]

¡Ya vas con tu fútbol! ¡La verdad no entiendo que le ves a un montón de tipos persiguiendo una pelotita! ¡Qué asco están todos bañados en sudor! ¿Y si mejor vemos la que te dije?

[[ ¡Fue suficiente!, empuñas el control que cruje entre tus manos por el coraje que le trasmites... estás a punto de convertirte en un misógino y mandarla al diablo cuando súbitamente y sin aviso te susurra al oído: “mmm... ¡que tenso estas amor!...”, sus manos rodean tu cuello, se acomoda en tus piernas y comienza a acariciarte... te toma por sorpresa, cierras los ojos y entiendes que estás perdido... ella ganó... poco a poco entre sus dedos se va disipando la tensión, tu furia se diluye... ya no importa más el partido...

Ahora ves la película que le gustó y ella reposa triunfante en tu regazo... y piensas: por ella, soy capaz de olvidarme del fútbol... si tan sólo me diera un poco de espacio y entendiera que... ]]

¡Soy un hombre y me gustan los deportes!


“la cama”

[[ llegas molido de la oficina, avientas la ropa, estás muy cansado y tu mente rebosa de problemas ]]

¿Ahí vas a dejar la ropa? ¡Mañana soy yo la que recoge!

[[ peligrosamente te salta una vena en la sien, regresas, tomas la ropa y la llevas a donde “debe de ir” ]]

¿Cómo te fue amor? ¡El día de hoy estuvo fatal! no pasó la tarjeta de crédito en la tienda y el cajero me retuvo la de débito, así que mañana tienes que ir a tramitar una nueva...

[[ te llevas la mano a la frente... quieres llorar... te calmas y te recuestas ]]

¿Te bañaste? hueles a cigarro...

[[ no contestas, sólo suspiras profundamente ]]

¡Qué calor hace! ¿Cuándo vas a mandar revisar ese clima? ¡Mueve tu pie!

[[ Te resistes a pelear, no es el lugar... no tienes fuerzas... no esta noche... te volteas, la miras y casi con temor acaricias su mejilla, cesan los comentarios, no entiendes como pero todo se transforma, es como si supiera que hoy necesitas de ella, de su apoyo... su mirada se conecta con la tuya y te recibe con todo su cuerpo y amor... la oficina, los problemas, las deudas, todo se va... nada queda más que su olor, su calor, sus labios...

Reposas tranquilo, relajado, tu mente está quieta y tu corazón al fin late suave y acompasadamente al ritmo del de ella que duerme sobre tu pecho. Estás a punto de dormirte y piensas: puedo pelear con el mundo entero por ella, enfrentarme a lo que sea... si tan sólo entendiera lo difícil que es la jungla... ]]

¡Soy un hombre y la cama no es para pelear, no después de conseguir el sustento en la jungla de asfalto!

martes, 18 de septiembre de 2007

De tepolcatas y cosas peores

De tepolcatas y cosas peores ...


“Todo lo que se arrastra, tiende a subir”
4ta Ley de Newton


Ya lo reza la Biblia “por sus obras los conocereis”, y es que uno nunca acaba de conocer a la gente, por ello, en esta primera ocasión y en ausencia de un mejor tema, este ex funcionario público, se tomará el atrevimiento de ensayar unas cuantas líneas de prosa debatiendo en soliloquio, el delicado tema de los que por definición presidencial, recibieron el nombre de Tepolcatas, Víboras Prietas, Alimañas, etc.

Confío en que será de agrado, en particular las ocurrentes definiciones al estilo taxidermista. Igual y pueden convertirse en una guía a fin de andar más seguros entre la maleza administrativa de cualquier selva gubernamental.

Bien, empecemos.

En mi ir y venir he divisado en múltiples parajes a una gran variedad de estos animalitos de Dios, de los cuales hay muchas clases. En particular, por sus características morfológicas -o morbológicas lo que mejor corresponda- se agrupan en cuatro subespecies que, a mi modo particular de ver, son de las más representativas:

Tepolcatus Cobarderis Rajonix

Esta subespecie se le reconoce no por la peligrosidad de su ataque, más bien por su excepcional cualidad de huida, vendiendo en los momentos críticos hasta a su abuelatepolcatus para salvar su pellejo. Cuando se siente en peligro lanza un chillido que dirige la atención hacia quien esté a su lado y suena algo así como: “soy inocente” acompañado de un: “a mi me dijeron”.

Serpentus Prietix Chaqueterus

Esta subespecie es sumamente camaleónica y se caracteriza por convencer a su presa de que está de su lado, aunque en realidad no está del lado de nadie, ni de él mismo. Esta variedad es de fácil identificación con base a la observación metódica y a la abstinencia del ego. Puedes identificarla al observar sus hábitos ocultos de grilla.

Alimañus Gandallicus/Tyranicus

Esta subespecie le encanta pasarse de vivo y acostumbra robar cámara a costa de abollar la imagen y autoestima de los bichitos que están encima y bajo de él. Esta subespecie es muy popular en los medios tropicalmente políticos y es muy peligrosa por el trabajo subterráneo que hace.

Lambisconius Rastrerix

Estos bichitos originarios de Persia (de ahí su predisposición genética para el tapeteo), son de los más populares entre la maleza administrativa de cualquier selva gubernamental, cuentan con un enorme aparato culo-besador que utilizan para ganarse la aprobación de bichos más grandes convirtiéndose en sus parásitos. Éstos, si bien son conocidos por su veneno, lo son más por su ritual de convencimiento que revuelve hasta el estómago más duro.

Estos son sólo algunos, los más conocidos. Hay que tener cuidado pues pululan por casi cualquier sitio y no dudan en hacer de las suyas y salir de su escondite en nuestra mente ante cualquier descuido de la conciencia.

Surge la pregunta.

Y es que, quien no, en un arranque de debilidad del ego, ha caído en la temeraria acción de la conciencia de preguntarse a sí mismo: ¿y qué bichito suelo ser?

Tragedia. Verdadera tragedia.

Más lo trascendente aquí es que, no importa si hemos sido un bichito una, un millón o ninguna vez, sino que seamos congruentes y honestos con nosotros y quienes nos rodean, y por sobre todo, profesionales hasta la médula.